Luego del cuarto aumento autorizado en el año para las cuotas de la medicina prepaga (+8% en octubre), el gobierno acordó con las empresas del sector un nuevo incremento en diciembre del 8,5%. De esta forma, el precio de la salud privada acumulará en 2018 una suba del 40,8% i.a., por debajo de las estimaciones de la inflación que se ubican en torno al 48% i.a.
Bajo este marco, el gobierno incumplirá la promesa que hizo al sector al asumir respecto de recomponer su rentabilidad, tras varios años de aumentos autorizados de las cuotas por debajo de la inflación ocurridos en la Administración anterior. En este sentido, durante los dos primeros años de gestión de Macri, las empresas de medicina prepaga experimentaron un incremento de la rentabilidad, dado que los costos de atención acumularon una suba del 70% durante 2016 y 2017 y el aumento de las cuotas fue en torno al 86%. En 2018, la tendencia se revertirá dado que los costos de atención médica crecerán 42% promedio anual y el aumento de cuotas equivale a una suba del 32% promedio anual.
En esta línea, durante el primer semestre del año las empresas de medicina privada obtuvieron una leve mejora de la rentabilidad dado que las autorizaciones fueron mayor al incremento de los costos (+30% vs +28% anual promedio). No obstante, tras el salto cambiario y el incremento de tarifas, prevemos que los costos se aceleren significativamente en la segunda parte del año, superando los aumentos de las cuotas (34% vs 55% anual promedio).
A lo anterior se suma que, dado que la demanda por salud es relativamente inelástica respecto a los ingresos, en un contexto de deterioro del poder adquisitivo de los salarios, los beneficiarios de la salud optan por cambiar a planes de cobertura más económicos, por lo que la prima media que perciben las empresas se incrementa menos que el monto autorizado para las cuotas. Según estimaciones de Key Market, la prima media (cuota mensual promedio) para el subsistema privado de salud concluirá el 2018 con un incremento del 28%, frente a un aumento de costos del 32% promedio, lo que empeora aún más la ecuación financiera del sector.
Por su parte, la situación del subsistema de seguridad social (obras sociales nacionales, provinciales y PAMI) es aún más compleja, dado que se financia a través de los aportes de los trabajadores formales. En este sentido, la recaudación por aportes y contribuciones de la seguridad social acumula a septiembre un alza del 25,3% i.a., mientras que los costos subieron durante dicho periodo un 34% i.a. promedio. Asimismo, las paritarias promedio de los trabajadores registrados para todo 2018 se ubican en torno al 24,8% promedio anual, por debajo del aumento de costos estimado para el año.
De cara a 2019, no esperamos que la situación se revierta. Como es un año de elecciones presidenciales, los aumentos autorizados por la Superintendencia de Salud se encontrarán por debajo de la inflación con el fin de no sumar presiones sobre el nivel de precios y deteriorar aún más el salario de las familias. En consecuencia, en 2019 la rentabilidad de los servicios de salud se verá reducida nuevamente.